Macedonia del norte es un país del sur de Europa situado en la parte central de la península de los Balcanes. Sin acceso al mar, comparte fronteras con Grecia, Bulgaria, Serbia, Kosovo y Albania. Ocupa aproximadamente la mitad norte de Macedonia geográfica, que también se extiende a Bulgaria y Grecia. El país es principalmente montañoso y cuenta con una cincuentena de lagos.
Macedonia del Norte fue uno de los Estados sucesores de la República Federativa Socialista de Yugoslavia, de la que declaró su independencia en 1991 con el nombre de « República de Macedonia ». Debido a una disputa sobre su nombre con Grecia, hubo que esperar a un acuerdo internacional, alcanzado el 12 de junio del 2018 para renombrar el país República de Macedonia del Norte.
Por su posición en Europa, este territorio ha conocido numerosas ocupaciones y migraciones, siendo las más significativas en la edad bizantina, la llegada de los eslavos en el siglo VI, y luego una dominación otomana de cinco siglos. Estas presencias han dado forma a una cultura rica en influencias. Además de los ciudadanos pertenecientes al pueblo macedonio, el país cuenta con importantes minorías albanesas, turcas y romaníes.
Los albaneses constituyen la minoría más numerosa del norte de Macedonia. Representan una cuarta parte de la población total del país detrás de los macedonios. Los macedonios de habla albanesa están reconocidos constitucionalmente como minoría y tienen derechos específicos. El albanés es una de las lenguas oficiales del país. Se concentran principalmente en el noroeste del país, entre Kumanovo, Tetovo y Struga.
El Conjunto Folclórico Nacional « Etnos », creado en 2004, es testimonio de esta riqueza cultural y de esta implantación geográfica. Dio su primer concierto ante miles de espectadores y el éxito fue inmediato. El grupo cuenta en su espectáculo los grandes momentos de la vida de los albaneses en Macedonia: los carnavales, la boda de Galičnik, la fiesta de la vendimia, las bodas e incluso la salida al ejército.
La música ofrecida a los espectadores, en apoyo de las danzas, es de una calidad excepcional. Las polifonías varían en función de las etnias que las cantan. Están a tres o cuatro voces. A veces se entremezclan con improvisaciones instrumentales. El clarinete desempeña el papel de solista y la melancolía. El violín o el acordeón los sostienen. Lentos y tristes al principio, las músicas se encaminan hacia un aire de danza rápida.
En esta tierra balcánica, situada en la encrucijada de Grecia, Albania, Serbia y Bulgaria, los pueblos se mezclan desde la antigüedad. Una « Babel en miniatura » según el escritor – viajero Nicolas BOUVIER, que la atravesó en los años cincuenta, contando en « el uso del mundo » que allí se levantaba su vaso de raki a turnos a la salud de los turcos, de los griegos, de los albaneses, de los búlgaros y así sucesivamente.
Con el Conjunto folclórico nacional « Etnos », descubrirá Europa con los sabores de Oriente y sobre todo la inmensa riqueza que genera la mezcla de culturas.
Todo esto da un espectáculo auténtico y fascinante que le recordará los cómics de su juventud, la de los espectros de Tintín.