Jamaica, es primero una de las más bellas islas del Caribe con el paisaje suntuoso de sus playas de arena blanca, sus aguas transparentes donde el mar se descubre como un libro de imágenes, con sus ciudades que huelen a perfume colonial desusado y sus fachadas blancas acribilladas de flores rojas. En resumen, un escenario de sueño donde va a nacer una compañía de sueño.
El pueblo jamaicano es una mezcla de las muchas etnias que han desembarcado en las costas de la isla durante los últimos siglos. Resistiendo la esclavitud y la opresión, los jamaiquinos son los sobrevivientes de un pasado lleno de historias fascinantes. Esta cultura es una mezcla de tradiciones y costumbres internacionales, desde sus antepasados, los colonos españoles y británicos, hasta los esclavos de África occidental que trajeron elementos culturales, hasta el este de Asia y los inmigrantes indios que llegaron a la isla como sirvientes.
Es el paraíso de todas las músicas. Es el recuerdo de Bob MARLEY que sigue andando por las calles donde los carnavales interminables empiezan en Navidad para acabar en abril. También es el país de las danzas que hacen mover los cuerpos y los corazones con los ritmos endiablados de las músicas criollas. Ahí fue donde nació « L’Acadco », esta compañía que es reconocida a nivel internacional, como una de las expresiones más completas del canto, de la danza y de la música jamaicana. Procede de una academia de danza fundada en 1978 por la Doctor Antoinette OSUN IDE.
Su repertorio es múltiple. Incluye las influencias africanas que guardan las tradiciones de esta esfera del Caribe, pero añade con una extraordinaria felicidad la música reggae y las « gospels songs » que convienen tan bien al alma y a la voz de esos bailarines, cantores y músicos. Se ha producido en todos los grandes escenarios del mundo. Pero también, ha sido, un ballet que ha seducido todos los públicos por su talento, su gentileza y su exuberancia típicamente tropical. Un periódico escribía : « Es lo más hermoso que Jamaica nos ha regalado desde hace mucho tiempo ».
El espectáculo es un auténtico ciclón tropical donde las danzas y las canciones se siguen sin dejar un momento al público para respirar. Y ese va de placer en placer a medida que se desarrolla un espectáculo montado como una pieza de relojería.
¡Entonces, qué más hay que decir ! Que los chicos y las chicas son maravillosos, los trajes también y que los estamos esperando con una verdadera impaciencia. Talvez piense, que es demasiado bueno y un poco exagerado. ¿ Pues, pregunte a los que un día cruzaron el conjunto folklórico « L’Acadco » lo que opinan ? Le dirán que estamos muy lejos del placer que sintieron al verlo, oírlo y aplaudirlo.
Le dirán que este conjunto es la llama que se espera para entusiasmar una sala, al despertar en los ojos la chispa de la emoción.