OFAFOLAU
Wallis y Futuna se encuentra a más de dieciséis mil kilómetros de Francia continental, en pleno Océano Pacífico. Las islas Wallis por un lado, Futuna y Alofi por otro, de cultura polinesia, pertenecen al "triángulo polinesio" y están a unos trescientos kilómetros de las islas de Fiji y Samoa, a dos mil cien kilómetros de Nueva Caledonia y a dos mil ochocientos kilómetros de Tahití. La población ronda los diecisiete mil habitantes, dos tercios de los cuales viven en Wallis y un tercio en Futuna.
Situada en el Pacífico Sur, Wallis es una isla volcánica baja de setenta y siete kilómetros cuadrados, de bajo relieve, rodeada por una laguna. Wallis y Futuna es un territorio decididamente único que nunca ha sido colonizado, pero decidió unirse a la República Francesa conservando sus tres reinos. Así, los wallisianos y futunianos reconcilian la cultura francesa con sus tradiciones comunes a los pueblos del Pacífico.
Wallis y Futuna estuvieron pobladas hace tres mil cuatrocientos años por el pueblo lapita, una población austronesia que fabricaba un tipo particular de cerámica, de la que se han encontrado numerosos restos en el Pacífico. No fue hasta el siglo XIX que los occidentales entraron realmente en contacto con Wallis y Futuna. Se trataba principalmente de balleneros y marineros abandonados, algunos de los cuales se establecieron de forma permanente y se integraron gradualmente, casándose a veces con mujeres indígenas.
La costumbre o “AGA'IFENUA” es muy importante en el corazón y la vida cotidiana de los wallisianos y futunianos. Permaneció intacta y viva a pesar de los contactos con los occidentales. Muchas acciones se explican por la costumbre o se resuelven “haciendo costumbre”. La cultura local, profundamente comunitaria, se fundamenta en esta memoria colectiva donde se expresan tradiciones y costumbres así como instituciones tradicionales. Es a la vez un arte popular y un modo de regular la sociedad.
La música acompaña el baile. Se realiza con instrumentos típicos polinesios, principalmente percusión y vientos. Los bailes pueden ser informales o acompañar a ceremonias oficiales. Algunas están marcadas por percusiones tocadas por los bailarines: simples choques de palos en el eke o armas en las danzas guerreras, mazas en el kailao o paletas en el tapaki (tā-paki en Futuna). Otros van acompañados de un conjunto externo formado por coro y percusión, al que en ocasiones se añaden ukeleles. Varios bailes se realizan sentados, como el niutao importado de Tuvalu o el sasa de Samoa. Se caracterizan por movimientos elegantes de brazos y manos.
El Conjunto Folclórico “Ofafolau” te lleva a los confines del mundo, a Wallis y Futuna, y te acompaña en el descubrimiento de una de las culturas más auténticas del mundo, la del Pacífico Sur cuyos atardeceres sobre la laguna son magníficos.
