TEKSTILAC
Montenegro, «Crna Gora», es un país balcánico montañoso del sur de Europa, bañado por el mar Adriático y fronterizo con Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Kosovo y Albania. El país tiene una larga historia como ducado semiindependiente, luego principado autónomo, convertido en reino independiente en 1910, antes de unirse al futuro reino de Yugoslavia en 1918. Durante la Segunda Guerra Mundial, se separó de Serbia y fue ocupado por Italia.
Tras la liberación, el nuevo régimen comunista la transformó en la República Socialista de Montenegro, una de las repúblicas federadas de la República Federal Socialista de Yugoslavia. En 1992 se convirtió en uno de los dos Estados constituyentes de la República Federativa de Yugoslavia, y actualmente forma parte de la Unión Estatal de Serbia y Montenegro. En la noche del 3 de junio de 2006, el Parlamento de Montenegro proclamó oficialmente la independencia del país. Este territorio, golpeado por la historia, tiene una cita con su destino.
La cultura de Montenegro es tan pluralista y diversa como su historia y su situación geográfica. Se ha desarrollado a partir de las influencias de la antigua Grecia y Roma, el cristianismo, el Islam, el Imperio Bizantino, el primer Imperio Búlgaro, el Imperio Serbio, el Imperio Otomano, la República de Venecia, Austria-Hungría y Yugoslavia. La música montenegrina está muy influenciada por el arte musical otomano, así como por las tradiciones eslavas, gitanas, albanesas, austrohúngaras y, más recientemente, occidentales.
El Conjunto Folclórico Nacional «Tekstilac» se fundó en 1964. Hoy es uno de los embajadores oficiales de la cultura montenegrina. Comparte el destino de esta joven república y trabaja para darla a conocer mejor en todo el mundo. Su objetivo es recoger, preservar y presentar al mayor número posible de personas las tradiciones de una región marcada por una multiplicidad de influencias culturales. Más de veintiuna coreografías componen su espectáculo. Todas ellas se interpretan a un nivel muy alto, con una puesta en escena, un vestuario y una música de gran calidad. Los más de doscientos cincuenta artistas del ballet se han graduado en los mejores conservatorios coreográficos y musicales.
¿Se imagina un baile tradicional sin instrumentos musicales? Imposible, ¿verdad? Pues cierre los ojos e imagine que son los pasos rítmicos y las canciones de los bailarines. Imagine que las tradiciones asociadas a las bodas y al paso de las estaciones cobran vida ante sus propios ojos, a través de la música y la danza. Este es el extraordinario espectáculo que le espera. El Conjunto Folclórico Nacional «Tekstilac» ha dado cientos de conciertos por todo el mundo y ha realizado giras por una veintena de países. Es un referente en su país.
«Tekstilac» nos lleva de viaje al alma de los Balcanes. Misterioso y sutil, su folclore ha necesitado una formación artística de alto nivel para desvelar todos sus secretos. Quedará deslumbrado por la asombrosa armonía de un espectáculo que rara vez se ha representado antes en Europa.