CAMAGUA
El atractivo de Cuba es primeramente los cubanos, un pueblo de carácter entrañable, pero es también una isla barroca y tropical, criolla y africana, fascinante, que suscitó todas las codicias.
Llana en su conjunto, excepto algunos valles, favorece los intercambios de región a región. El clima es propicio a la producción de grandes cultivos tropicales y al turismo balneario. La caña de azúcar se extiende con facilidad por las amplias llanuras de suelos profundos y fértiles. El oeste, dedicado a la cultura del tabaco, ofrece los paisajes más lindos de la isla. Estas llanuras con múltiples cosechas están habitadas por “bohíos” que viven en las casitas campesinas tradicionales en las que el tabaco es la fuente principal de subsistencia y las “casas de tabaco”, especie de granjas de techos de palma, sirven para secar las hojas. De los once millones de habitantes, las dos terceras partes son descendientes de colonos europeos, sobretodo españoles, el resto son en parte de origen africano, caribeño o resultado de mestizajes.
Con la compañía folklórica “Camagua”, fundada en 2011 y dirigida por el profesor Fernando MEDRANO VIREYA, nos adentramos en el corazón de la extraordinaria riqueza musical y folklórica de Cuba. Este ballet, que proviene del conjunto folklórico “Maraguan” nos propone un viaje por las raíces de las tradiciones caribeñas.
Su espectáculo es una serie de cuadros más dinámicos los unos que los otros, en los que se descubre primero el “Cubanismo”, una evocación de las tradiciones populares más antiguas y originales. “Por los campos de mi Cuba” nos muestra las danzas del siglo XVIII en las zonas rurales. “Caribe soy” refleja toda la influencia de los pueblos del Caribe en las tradiciones cubanas en las que las músicas y danzas de Jamaica ritman este momento del espectáculo. Con “Homenaje” el ballet nos traslada a casa de los cosechadores franceses y sus esclavos que desembarcaron en el siglo XVIII llevando un arte de vivir refinado, donde la danza ocupaba un buen lugar. En los salones, los propietarios ricos bailaban “menuets” y “rigodons” y los esclavos participaban también de las danzas de los propietarios, ejecutaban el “menuet” al ritmo de los tambores africanos. Es en este contexto en el que nacieron las “fiestas de tumba francesa”. Las danzas conservaron sus antiguas figuras, como el “minué” cuyo nombre en “patua francés-criollo” viene de “menuet”, como vemos, algunas palabras subsistieron de la lengua hablada. Por fin, “Congos trinitarios” agrupa las danzas tradicionales, como la “Makuta” o el “Palo” de la región de Trinidad, los cantos y danzas multiplican los relatos y leyendas y narran la historia de un pasado todavía vivo.
Exuberante por la sonrisa y la capacidad de sorprenderse y maravillarse que tienen sus habitantes, la isla de Cuba ha conservado su modo de vida tranquilo, su encanto afro-latino y su belleza un poco decaída que redescubriremos con pasión.